#19F–Pañuelazo por el aborto legal
Genealogía de una lucha

Entrevista a María Alicia Gutiérrez
Por Romina Smiraglia (UBA/UNPAZ)

María Alicia Gutiérrez es socióloga, profesora titular de la materia “Principales Corrientes del Pensamiento Contemporáneo” en la Carrera de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Buenos Aires, y docente de posgrado en la Universidad Nacional de San Martín y la Universidad Nacional de Tres de Febrero. Investigadora del Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe e integrante de la Comisión Interdisciplinaria No a la Violencia de la Facultad de Ciencias Sociales (FSCO-UBA) y del Comité Asesor de la Cátedra Libre Virginia Bolten en la Universidad Nacional de la Plata. Activista feminista e integrante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.

Esta entrevista es el resultado de un generoso intercambio que tuvo lugar en su casa el 16 de febrero con motivo de la jornada federal y mundial por el aborto legal “El proyecto está en las calles” convocada para el día de hoy por la Campaña. A dos años del pañuelazo del 2018, esta jornada se propone para exigir el tratamiento del Proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) presentado el 28 de mayo del 2019.

Foto de Graciela del Valle Gómez - María Alicia Gutiérrez #8M del 2019
Foto de Graciela del Valle Gómez – María Alicia Gutiérrez #8M del 2019

 

Romina Smiraglia: Me gustaría comenzar esta entrevista recuperando el recorrido de la Campaña que este 2020 cumple 15 años ¿Dónde podés ubicar sus inicios?, ¿cómo surge y bajo qué modalidad?, ¿quiénes la componen y cómo es el proceso de deliberación y toma de decisiones?

 

María Alicia Gutiérrez: Me parece podríamos plantear dos ejes distintos. Un primer eje referido puntualmente a los comienzos de la Campaña, que tiene una fecha, un momento específico. Y un segundo en relación a la pregunta sobre qué cuestiones que tienen que ver con la lucha por el aborto recoge la Campaña. O sea, la lucha por el aborto, por la despenalización o legalización, no empieza con la Campaña. Es importante dejar eso en claro, porque es una lucha de mucho más largo alcance, por lo tanto hay que establecer ahí una genealogía muy clara.

Entonces, en la línea de las luchas por el aborto, yo plantearía que ya desde los años sesenta había mujeres y grupos –pequeños, no tan masivos, muy centrados en aquellos famosos grupos de concientización– que por momentos pusieron en la agenda pública, y en las calles, el tema. Luego en los setenta creo se produce un corte importante por razones relacionadas con la historia política argentina. Y a posterior, entramos en la transición democrática, momento muy interesante para repensar desde la actualidad.

¿Por qué señalo estas cuestiones?, porque los fundamentos de la Campaña retoman ejes centrales de ese recorrido. Por tomar un ejemplo, la lucha de los derechos humanos es una clave que va a recoger la Campaña, y lo va a hacer cuando dice que la libertad de decidir sobre el propio cuerpo, y la autonomía, es un derecho humano básico. También podríamos establecer una relación con el pañuelo.

 

RS: Claro, además el pañuelo verde se ha convertido en un símbolo de lucha por el aborto legal que trasciende las fronteras nacionales, ¿cuál es su origen?

 

MAG: El pañuelo surge de compañeras que realizaron diversas reuniones –en Mendoza y Córdoba, entre otras– buscando algo que nos identificara. Luego vino la discusión sobre el color: blanco no porque es de las Madres, amarillo no porque es papal, así que el color quedó un poco por descarte. Es más, no se llevaba en la cabeza, en su origen el pañuelo se usaba en el cuello. Ahora les pibes se lo ponen también en otros lugares. Pero al inicio el pañuelo se usaba en el cuello, después fue en la muñeca, las mochilas, eso es un proceso más reciente. Y tenía que ver con que las Madres llevaban el pañuelo en la cabeza, nosotres no.

 

Foto de Andres Di Giovanni

RS: Retomando el recorrido que venías presentando, ¿qué otras claves o dimensiones podrías señalar?

 

MAG: La primera, entonces, es la dimensión de la lucha por los derechos humanos. La creación de la Subsecretaría de la mujer en la gestión de Alfonsín con Zita Montes de Oca creo es otro momento clave para los feminismos en general. La subsecretaria no trabajó en particular sobre la cuestión de derechos sexuales y reproductivos o aborto, pero empezaron a ingresar en la trama del Estado una serie de demandas de los feminismos que tuvieron que ver con la violencia, con la cuestión del trabajo, con el acceso a derechos, etc.

Todo el desarrollo que tuvo el tema de la violencia durante estos años –la ley, la reformulación de la ley, y el activismo que se hace sobre esa problemática– conduce a que nosotres consideremos desde la Campaña que la imposibilidad del acceso a un aborto seguro es violencia sobre el cuerpo de las personas gestantes. Entonces ahí también se recoge, de alguna manera, la historia de las luchas contra las violencias.

Retomando la cronología en términos históricos, respecto a la década del noventa, y a diferencia de lo que algunas veces se sostiene, de que no hubo “política”, yo creo exactamente todo lo contrario. Por ejemplo, los Encuentros Nacionales de Mujeres (ENM), ese encuentro sigue siendo y ha sido en la historia de nuestro país, en la historia del movimiento de mujeres y los feminismos, un espacio de una pedagogía inigualable, parte de la construcción de este gran movimiento que trasciende a la Campaña. Ahí comienzan a aparecer las discusiones sobre la anticoncepción. La línea de debate que había en ese momento era si los derechos reproductivos incluían el aborto o no. La discusión sobre anticoncepción fue bastante temprana en los ENM, las cuales iban llevando de alguna manera al aborto.

En los noventa suceden algunas cosas interesantes, y creo que una de ellas son las grandes conferencias internacionales de Naciones Unidas: la Conferencia Mundial de Derechos Humanos en Viena de 1993, ahí se tipifica claramente de que se tratan los derechos humanos; la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo en El Cairo de 1994, donde aparecen los derechos sexuales y reproductivos, y el derecho a la salud integral que considera las dimensiones biopsicosocial, lo cual es muy importante como conceptualización para pensar la causal salud en los abortos legales actuales; o la Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijing en 1995.

Por otro lado, a nivel nacional, en la Argentina se crea la “Comisión por el Derecho al Aborto”, donde estaba Dora Coledesky y su grupo, que realizó un trabajo muy intenso, presentando proyectos por ventanilla a cada rato, recopilando firmas en la mesa ubicada en el Molino (esquina Callao y Rivadavia). También se crea “Mujeres autoconvocadas para decidir en libertad”, la primera organización que incluye académicas, activistas, sindicalistas, mujeres de partidos políticos, de ONGs, de varias organizaciones, aunque solo provenientes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En 1995 presentamos un Proyecto de Ley de Salud Sexual y Procreación Responsable en la Cámara de Diputados Nacional, y fue la primera vez que se produjo una articulación de un grupo de diputadas de distintos partidos (similar a lo que posteriormente fueron “Las sororas” en el 2018) en conjunción con el movimiento feminista, también con la colaboración de algunas periodistas. Y ahí empieza aparecer un esbozo de articulación con, por un lado, los grupos LGTTB (así se llamaban en esa época, luego se adicionan IQ+)con Carlos Jáuregui, en particular, y los grupos ecológicos, en especial con Pablo Bergel. En todas las movilizaciones que hacíamos elles participaban, del mismo modo que nosotres participábamos de la Marcha del orgullo.

Me debo estar olvidando varios antecedentes en este relato. También las Lesbianas por el derecho al aborto. Fueron muy importantes las acciones que ellas articularon, muy valioso el manual que ellas armaron para abortos seguros con misoprostol.

Por último, y para ir cerrando, creo que la crisis del 2001 es un fenómeno fundamental a tener en cuenta. No solo como crisis política, institucional, de representación, sino también por esa lógica asamblearia que se hizo presente.

Un poco hija de toda esta historia es la Campaña. Luego de varias reuniones previas que hubo en CABA, en Córdoba, en Mendoza, en el ENM de Rosario en el 2003, se conforma la Campaña que se presenta oficialmente el 28 de marzo del 2005. Y surge con este criterio federal, plural, diverso, asambleario, que es clave; como también son claves sus fundamentos más centrales: el aborto se trata de un problema de salud pública, de justicia social, y constituye una deuda de la democracia.

Quizás una de las explicaciones sobre la persistencia del movimiento durante tantos años, el crecimiento lento pero seguro de la Campaña, tiene que ver con que tenemos un objetivo en común; no varios que se fueron dispersando, sino un objetivo puntual y claro. Por eso ya en el 2007 se presenta el primer Proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE). Ese proyecto lo arma una comisión redactora, luego todos los proyectos fueron resueltos en debate en las regionales, y en plenarias nacionales.

En relación con lo anterior, luego de varias presentaciones y de no lograr que vaya a debate en el recinto, en una plenaria se decidió conformar las redes. En ese momento se articularon de forma muy interesante grupos que podían activar concretamente en sus áreas, como por ejemplo la Red de Socorristas, la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir, la Red de Docentes por el Derecho a Decidir, entre otras. Todo esto inició un proceso largo de despenalización social del aborto.

Foto de Andres Di Giovanni

RS: En relación a la importancia de marcar una genealogía, ¿cómo podrías vincular la emergencia de la actual denominada “Marea verde” con la larga historia de lucha del movimiento de mujeres y feminista en el país? ¿Cuáles pensás son algunos de los rasgos distintivos de estas expresiones más recientes en relación a otros momentos históricos?

 

MAG: La Marea Verde, y claro que tiene algunas especificidades que podemos pensar, es la expresión de esta larga lucha sobre la que venimos charlando, y no está en lo más mínimo desconectada de la misma.

Uno de los rasgos distintivos, y que se conecta con esa genealogía, es esta joven generación con acceso a múltiples derechos. Cuando nosotras peleábamos por el aborto, les compañeres de LGTTBIQ+ estaban peleando por matrimonio igualitario, por la Ley de Identidad de Género. No salía la Ley de IVE, pero sí salía la Ley de Salud Sexual y Procreación Responsable (Ley 25.673), la Ley de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Ley 26.485). O sea, estas generaciones vivieron toda su vida en democracia, más allá de las posibles críticas que se pudieran hacer a esta democracia, y con un plexo normativo muy importante. Por ejemplo, con la Ley de Educación Sexual Integral (Ley 26.150), que aunque no se aplique en su totalidad, es una ley que tiene 14 años; o sea que les pibes de 14,15,16 años entraron al colegio por lo menos con la discusión en torno a esta ley.

Lo que creo hizo visible la Marea verde con el Ni una menos y los Paros Internacionales fue la implosión de la juventud en torno a la demanda del aborto, ahora intergeneracional, y esto también es una novedad. Porque si vos asistís a una reunión de la Campaña te encontrás con personas de 80 y de 18 años, y tienen la misma voz. El movimiento feminista tiene en general ese criterio asambleario, no es particular de la Campaña. Me parece que esto le dio una posibilidad de acción enorme a les jóvenes ya que podían participar, a diferencia de algunas lógicas partidarias. Y, por supuesto, el movimiento político que generó el kirchnerismo con les jóvenes, que dejó una sociedad muy movilizada.

 

RS: En el 2018 presenciamos el primer debate legislativo en torno a la interrupción voluntaria del embarazo, ¿cuál es el balance que hacés de esa experiencia? Y ¿qué relación podrías establecer con el debate social que se dio fuera del recinto, en las calles, los medios de comunicación, en el trabajo y las casas?

 

MAG: Yo creo que ese trabajo de fracaso permanente en la presentación de proyectos nos iba desgatando, pero también condujo al trabajo de despenalización social del aborto. El trabajo de despenalización social significó eso, estar en cada espacio librando la batalla, luchando por la aplicación de la ESI, por ejemplo. Desde la Campaña se plantearon varias estrategias, en las cuales confluían este trabajo cotidiano de despenalización social y la calle, como el llamado al #Grito Global (2017) que en la Argentina tuvo una alta convocatoria.

Me parece que en enero del 2018 se conjugaron algunos factores. Seguramente faltan elementos, pero creo el azar y la virtud, parafraseando a Maquiavelo, juegan en la política. Una cuestión que para mí fue completamente azarosa fue el salto del Me too en EEUU, lo que produjo respuestas en Francia, en otros países también, y todo eso tuvo un impacto en los medios de comunicación del país, sobre todo en esos medios a los cuales la Campaña no llegaba.

A “Intrusos”, por ejemplo. Cuando el programa empieza a abordar el tema del abuso y el acoso, van varias compañeras del mundo del espectáculo al piso. Luego un día asiste como invitada Luciana Peker, y en el medio del intercambio plantea que acá falta un debate, y ese debate es el del aborto. Frente a esa declaración, Jorge Rial, el conductor, declara: “acá tienen el espacio”. Eso en parte fue azaroso.

¿Dónde está la virtud? Rial no termina de decir eso, y ya ese día se le alcanzó pañuelos, folletos, textos sobre la campaña. Al otro día Rial abre el programa con toda la mesa adornada de pañuelos, y lee el texto que le mandamos. Ahí se desató una locura en los medios masivos. Por más que nos sorprendió, nosotres teníamos una organización desde donde responder, una historia con la cual podíamos responder. A continuación, rápidamente un grupo de compañeras armaron un dossier sobre los puntos principales que se tenían que decir. También decidimos que íbamos a los programas “variadas”, de distintas edades, distintas tradiciones, y que íbamos de a dos. Armamos una estrategia, y eso fue notorio porque del otro lado en general hablaban los mismos. Ese creo fue un factor muy fuerte, porque salimos en los medios hegemónicos, algo que nos costaba mucho. Y esto se producía también en el resto de las provincias, en donde les compañeres responden a la demanda.

El segundo factor fue el pañuelazo del 19 de febrero que fue muy masivo, y logramos que bajaran diputades y estuvieran ahí en la plaza. Por eso se transformó en un día emblemático de la Campaña, por eso estamos convocando de nuevo en esa fecha.

El tercer factor, y es un elemento que hay que tener presente, fue la declaración del expresidente Macri al inaugurar la sesiones de las cámaras, en donde, y aunque sabemos no está de acuerdo, habilita el debate. Por eso es tan importante que el presidente Fernández lo haga el 1 de marzo. Es importante porque marca la línea de la agenda política.

Por último, la aceleración en la presentación del proyecto jugó un papel relevante. Nuestro proyecto ya tenía muchas firmas, pero se sumaron varias más, y se presentó primero, y al ser el primero en presentarse y con esa cantidad de firmas se convierte en el proyecto cabecera, cosa que no sabemos si sucederá ahora.

 

RS: Por eso, más allá que no se haya aprobado finalmente el proyecto en el 2018, ¿podríamos pensar que algo se conmovió en la sociedad en torno a la demanda? y ¿que no hay forma de volver atrás?

 

MAG: Sí, pero con lecciones aprendidas. Yo creo, por un lado, que perdimos. La ley sale del Poder Legislativo, y ahí perdimos, y no está mal reconocerlo, porque entonces te permite pensar estrategias, evaluar qué cosas podríamos haber hecho de manera distinta. Pero, al mismo tiempo, ganamos. Porque logramos –como dicen les compañeres del movimiento LGTTBIQ+– “sacar el aborto del clóset”. En ese sentido, no hay manera de volver atrás, independiente de la Campaña. La Campaña se plantea estrategias consensuadas en las plenarias nacionales para que el tema siga estando en la agenda pública, lo más arriba que podamos. Y éste sí creo es un logro de la Campaña, y de los feminismos en general.

Foto de Andres Di Giovanni

RS: En relación con lo anterior, el 28 de mayo del 2019, Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujeres, la Campaña presentó nuevamente en el Congreso Nacional, y por octava vez, un Proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) retomando esas experiencias del debate parlamentario y social ¿Cuáles son los puntos centrales del proyecto?

 

MAG: El proyecto establece en su primer artículo que “toda mujer u otras identidades con capacidad de gestar tienen derecho a decidir voluntariamente y acceder a la interrupción de su embarazo hasta las catorce semanas”. Luego combina plazos con causales: quiere decir que pasadas las catorce semanas se puede acceder a un aborto si el embarazo es fruto de una violación, o si está en riesgo la vida o la salud integral de la mujer o persona gestante. Por otro lado, son sujetos de derecho a la interrupción voluntaria del embarazo o aborto (lo homologamos), todas las persona que estén en territorio argentino, más allá de su nacionalidad o situación migratoria.

La cobertura integral y gratuita de la interrupción voluntaria del embarazo debe garantizarse en todo el sistema de salud (y con acceso a todas las metodologías recomendadas por la Organización Mundial de la Salud). También incluye el derecho a la información, la cual debe ser objetiva, precisa, científica, laica, y en el idioma que la persona gestante se comunique.

Luego algunas modificaciones sobre artículos del Código Penal en donde se penaliza la práctica del aborto. Solo mantiene penas en el caso de profesionales de la salud que realicen un aborto sin el consentimiento de la mujer o persona gestante. El proyecto termina estableciendo que las disposiciones de la presente ley son de orden público y de aplicación obligatoria en la Argentina.

Estos son solo algunos de sus artículos, para acceder al proyecto completo les recomienden visiten la página de la Campaña: http://www.abortolegal.com.ar/

 

RS: Por último, ¿cuáles son las actividades programadas para la jornada del #19F frente al Congreso Nacional?

 

MAG: Las actividades están programadas entre las 17 y las 21 horas, e incluye carpas con talleres, radio abierta, presentación de libros y audiovisuales. A las 19hs. arranca la performance de “Las Tesis” y el pañuelazo federal en simultáneo en todo el país. Se cierra la jornada con bandas en vivo.

 

 

Foto de portada: Romina Smiraglia

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