Por Emmanuel Perez Zamora
“Algunos discursos pronunciados durante el gobierno nacional de Cambiemos entre los años 2015 y 2019 nos ofrecen un panorama del vínculo entre management, emprendedorismo y autoayuda, que permiten configurar diversos tipos de ethos y de liderazgos con un objetivo profundo al final del túnel: el cambio sociocultural en la Argentina del siglo XXI”, explica Emmanuel Perez Zamora. En este sentido, el autor analiza los sentidos evocados por la alianza que hoy constituye la principal fuerza opositora y observa la persecusión de “un cambio que pareciera no ser desde abajo hacia arriba si no que a fuerza de mística, creencias y emociones busca con paciencia la auto-transformación interna de cada individuo.”
La imposibilidad de la mística del cambio
El jueves 11 de junio del año 2015 en el campus de la Universidad Torcuato Di Tella, Hernán Iglesias Illa anotó en su “diario de campo´´ la siguiente reflexión de Marcos Peña: “Si vos matas la mística del cambio y te basás en el aparato, donde perdés diez a uno contra ellos, perdés todo”.
1 Parafraseando a Lacan, no es el “cambio” lo que se desea si no la mística de ese “cambio”. En efecto, la triple corona conseguida en las elecciones del año 2015 (presidencia nacional, gobernación bonaerense y jefatura porteña) logró generar lo que Jaques Rancière llama una distorsión: esa pieza clave de la política en tanto aquello que desplaza el cuerpo político hacia nuevos lugares, en definitiva lo que permite “hacer escuchar como discurso lo que no era escuchado más que como ruido”.2 De este modo, la apelación a la “mística del cambio” operó no sólo como el significante capaz de amalgamar las demandas materiales y post-materiales de la sociedad en ese momento determinado sino también como la posibilidad de “poner en común la distorsión” y de anudar el lazo de representación. Así, la necesidad de ese vacío imposible que es el cambio y su mística genera la hendidura por la que se da a luz el acontecimiento político.
En ¿Cambiamos? La batalla cultural por el sentido común de los argentinos, Paula Canelo, afirma que ésta “mística del cambio” hace alusión a la apuesta por un “cambio cultural” que conllevó a que Cambiemos trabajara “sobre nuestro sentido común, sobre el conjunto de significados y creencias que tendemos a compartir y que organizan nuestra vida en sociedad”.3 En relación con lo anterior, resulta necesario indagar en las aguas turbulentas del ethos discursivo ya que implica pensar, como señala Ana Soledad Montero, en el “conjunto de disposiciones que se sustentan en creencias y valores, y que dan forma a la autoridad política”4. Por lo tanto, el eje que nos guía es el interrogante acerca de qué ethos construye el enunciador a cargo del discurso. ¿Es posible vincular ese ethos discursivo con la categoría de liderazgo? Algunos discursos pronunciados durante el gobierno nacional de Cambiemos entre los años 2015 y 2019 nos ofrecen un panorama del vínculo entre management, emprendedorismo y autoayuda que permiten configurar diversos tipos de ethos y de liderazgos con un objetivo profundo al final del túnel: el cambio sociocultural en la Argentina del siglo XXI.
De managers, coachs y gurúes
Si bien la noción de ethos discursivo puede estar relacionada con la configuración de las identidades políticas resulta compleja y difícil de graficar dado el carácter intuitivo que refiere Dominique Maingueneau. Un punto de partida para afrontar la problemática del ethos en el discurso macrista es el aporte de Montero en torno del atisbo de un ethos managerial.5 Como bien señala Ruth Amossy, el ethos “…muestra la forma en que el sujeto hablante construye su identidad integrándose en un espacio estructurado que le asigna su lugar y su rol”6 por lo que el ethos managerial está vinculado al ámbito social de pertenencia de una de las cadenas que compone Cambiemos: el empresarial. En efecto, esta figuración se basa en la capacidad de gestionar el conflicto y la incertidumbre presente en la ciudadanía actual a partir de una toma de decisiones típicamente managerial que siempre oscilan entre la prueba y el error, lo que le permite establecer un paraguas auto-reflexivo y auto-crítico de cara a su accionar: “¿Qué es emprender? Emprender es una carrera de ideas, soluciones, innovaciones y también fracasos”.7
Desde una visión ampliada del ethos pueden generarse redes entre la presentación de sí y la configuración de identidades políticas ya que como argumenta Amossy “…la presentación de sí permite al locutor construir una o varias identidades en dinamismo de la interacción”. Por lo tanto, el punto de iniciación que marca Montero nos permite proponer dos tipos nuevos de ethos: por un lado, un ethos coach y, por otro lado, un ethos terapéutico, que al encontrarse íntimamente ensamblados al ethos manager abonan el terreno para esgrimir los interrogantes acerca de cómo se configura en ese discurso la figura del enunciador y la de sus destinatarios y a qué sujeto le habla Mauricio Macri.
Macri, de la mano de su sociólogo personal Jaime Durán Barba, visualiza una sociedad emocional en la que el lazo de representación es de individuo a individuo: “La relación con el elector es cada vez menos racional […] La relación del elector con el candidato está plagada de emociones, resentimientos, prejuicios regionales, raciales y de todo orden, pero es, ante todo, una relación entre individuos” sostiene Durán Barba.8 De este modo, concibe a un sujeto herido emocionalmente, íntimo y hogareño, en la búsqueda de quien pueda canalizar sus sueños e intereses particulares: “Quiero una Argentina unida y lo mismo me decían todos aquellos argentinos que me abrieron las puertas de sus hogares, que me abrieron sus corazones, que compartieron conmigo sus dudas, sus miedos y sus angustias”.9
Decíamos que dos son los tipos de ethos que interactúan con el sesgo managerial de Cambiemos. El primero es un ethos coach que a diferencia del ethos manager se centra en lo motivacional, en la mejoría y el acompañamiento de la autotransformación del individuo: “Y estoy abierto para recibir todas las mejoras que ustedes tengan para introducir; es más, quiero lo mejor de cada uno de ustedes para darle lo mejor a los argentinos”.10 El coach ontológico si bien hoy es una figura tercerizada dentro del ámbito de la administración empresarial y que no tiene incidencia en la toma de decisiones o en la elaboración de estrategias, permite mejorar, aceitar y transformar la cultura organizacional. De este modo, Macri se presenta a sí mismo como el entrenador con las aptitudes para guiar la propia aventura elegida por cada individuo, diagnosticar la situación y así sacar lo mejor de ellos mismos: “Este diagnóstico no debe servirnos para deprimirnos ni siquiera para enojarnos (afirma Macri), tiene que servir para que tomemos conciencia de la magnitud del desafío que tenemos por delante. Pero sobre todo, para reafirmar que somos mejores que esto, somos mejores que la vida que llevamos. Los argentinos juntos podemos lograr superar cada uno de estos problemas. No estamos condenados a vivir mal, a vivir tensos, a vivir con miedo e inseguridad”.11 La imagen que se proyecta es la de un coach ontológico que guía al sujeto para alcanzar la autotransformación que se necesita para lograr superarse, para convertirse en un empresario de sí mismo y así alcanzar la libertad financiera. No obstante, este proceso de autoayuda financiera no deviene en una cuestión meramente económica o legal si no que el individuo debe estar decidido a dominar sus temores, prejuicios, fracasos y debilidades: “…si fuese por una cuestión de leyes, saquemos en vez de una ley para conservar lo que tenemos, una que diga que por ley somos todos felices y ya está, ya lo resolvimos” propone Macri en otro discurso.12
El segundo es un ethos terapéutico, en el que Macri se figura como el transmutador de las energías, las vibraciones y las emociones de los argentinos: “Así que hay que hacer, sentir, como dijo Mauricio, sentir la angustia del otro pero no para quedarnos angustiados; para transformar esa angustia, ese dolor, esa necesidad en nuestra angustia, nuestro dolor y nuestra necesidad para una respuesta concreta que tiene que llegar, que tiene que hacerse realidad”, exhorta María Eugenia Vidal en una alocución de abril de 2016.13 De este modo, se presenta a la figura de Macri como el ingeniero emocional que desea encauzar una negatividad que se arrastra desde el pasado: “Me gustaría poder hoy decirles que voy a construir un inmenso puente que nos lleve de las frustraciones, de las amarguras del pasado a la alegría de construir ese futuro maravilloso” comenta él mismo.14 Lo que está en juego para Macri es la capacidad que tenga la sociedad de transformar lo negativo en positivo, en otras palabras, de llevar a cabo una “revolución de la alegría”.15
Sabemos que el ethos posee una doble determinación, por un lado una serie de reglas discursivas instituidas y, por otro lado, los imaginarios sociales que responden a los patrones culturales de nuestra sociedad. En relación con lo anterior, los géneros discursivos que circulan en una sociedad específica son relevantes al momento de analizar tanto el ethos discursivo como las escenografías que se construyen: la literatura de autoayuda (casos como “Padre rico, padre pobre” de Robert Kiyosaki o “La inteligencia emocional” de Daniel Goleman) es uno de los eslabones dentro de las transformaciones que presenta Argentina en los últimos veinte años. Según datos de la Cámara Nacional de Libro el 3% de la totalidad de los libros editados en Argentina pertenecen al género de autoayuda, mientras que el relevamiento realizado mediante la Encuesta Nacional de Consumos Culturales del Sistema de Información Cultural de Argentina arroja que un 23% consume este tipo de libros.16 Esto contribuye en términos de Marc Angenot17, a la organización de lo decible y lo pensable en una sociedad dada.
Cuando se genera una distorsión en la arena pública hay disputas y si hay disputas, hay conflicto. La dicotomización, la polarización y el descrédito hacia el otro son tres rasgos presentes en todo discurso polémico18. En este sentido ¿cómo construye al adversario el discurso macrista? Cambiemos establece una dicotomización y polarización moral y emotiva del adversario: “Nuestros verdaderos enemigos son la resignación, la indiferencia, y necesitamos de todos, unidos, porque los argentinos unidos somos imparables para derrotarlos con coraje, con entusiasmo, con fuerza y así dar lugar a esta Argentina que tanto soñamos y nos merecemos”19, explicaba Macri en la apertura del período de sesiones ordinarias del Congreso de marzo de 2018. De esta manera, la polarización se construye emocionalmente desde un nosotros (“la fuerza”, “el entusiasmo”, “el coraje”, “la alegría”) contra un ellos (“la resignación”, “la indiferencia”, “las amarguras del pasado”).
En su libro La salvación del alma moderna: terapias, emociones y cultura de la autoayuda, Eva Illouz20 argumenta que un modo de ejercer el poder hacia el otro dentro de la relación entre mangement y cultura de la autoayuda es a partir del control emocional. El control emocional clasifica, genera una desacreditación psíquica y social en los otros que implica en primera instancia la capacidad de controlar las propias emociones. Las emociones no se racionalizan ya que las cubre otro tipo de temporalidad: actúan de forma inmediata. La cultura de la autoayuda genera así un agujero negro capaz de ejercer un efecto centrípeto en cada una de las esferas de la vida social. En síntesis, el ethos coach y el ethos terapéutico establecen un liderazgo discreto por la vía de la influencia imperceptible más que de la persuasión, una relación de proximidad que actúa por la vía del sesgo: menos agresiva, en la que nada resulta forzado si no que se abona y trabaja el terreno mientras el autodesarrollo da sus frutos.
Una memoria emprendedora
Todo discurso político busca desde el presente tejer un hilo que genere un nexo entre la puerta de entrada hacia el pasado y la salida hacia el futuro. Gerardo Aboy Carlés argumenta que la configuración de las identidades políticas no puede pensarse sin tener en cuenta que se constituyen “…en referencia a un sistema temporal en el que la interpretación del pasado y la construcción del futuro deseado se conjugan para dotar de sentido la acción presente”21. Esto lleva a hacer foco no sólo en cómo se narra la memoria histórica sino también en la perspectiva de futuro que programa el enunciador. Esto nos abre la puerta hacia el interrogante acerca de cómo funciona en el discurso macrista la memoria discursiva o la construcción narrativa entre el bricolage del management, el emprendedorismo y la autoayuda.
Como sabemos, en el relato hay escenografías, géneros discursivos y ethos que abonan la construcción del liderazgo político. Por lo tanto, esa “alegría de saber que somos la generación que está cambiando la Argentina para siempre” debe anclarse en un pasado histórico reciente. El relato político supone, desde el punto de vista de D´adamo y Beaudoux22, configurar historias que movilicen, seduzcan, evoquen, generen adhesiones (como también rechazos) y contribuyan de este modo a generar una identidad. El liderazgo necesita de relatos. En este sentido, dentro de la arquitectura emocional de Cambiemos podemos detectar dos tipos de narraciones en las que echa raíz el espíritu emprendedor.
Una primera instancia de esta memoria emprendedora tiene que ver con la herencia meritocrática de aquella generación inmigrante que descendió desde los barcos: “Y yo les digo (arengaba Macri luego de ser electo presidente, el 22 de noviembre de 2015) este país maravilloso que tenemos es uno de los países del mundo con más espíritu emprendedor y ya se los he dicho, hay una razón: la razón es que nuestros abuelos, nuestros padres, cruzaron un océano en barco sin tener el Twitter, el Facebook o el celular, sin saber qué iban a encontrar y vinieron a nuestro continente y a nuestro país buscando una oportunidad y se radicaron a lo largo y a lo ancho del país y construyeron una etapa maravillosa en la Argentina y ahora nos toca a nosotros continuar esa posta”.23
La segunda instancia de esta memoria emprendedora tiene su polo de atracción en los acontecimientos patrióticos, como podemos observar en la valorización que hace Macri de la figura de Belgrano en 2017: “no sólo porque creó la Bandera y porque luchó por nuestra libertad, sino porque fue un incansable trabajador por el futuro de nuestra Nación, innovador, emprendedor, una persona que reunía muchísimas cualidades, era abogado, economista, traductor, militar, diplomático, y no se dejó atrapar por reglas arcaicas y tradiciones de España y las colonias, él siempre fue un adelantado”.24
De este modo, Cambiemos plantea un interjuego entre un emprededorismo popular y un emprendedorismo patriótico que estructura un relato político basado en símbolos (“creación de la Bandera”), valores (“lucha por la libertad”), líneas argumentales basadas en la cultura popular (“nuestros abuelos y padres que cruzaron el océano buscando una oportunidad”). Así, emprender es una apuesta al futuro.
Hacia un giro místico en la política del siglo XXI
Decíamos más arriba que las identidades políticas también cuentan con la construcción de un futuro deseado que las dota de movilidad y sentido. Entonces ¿cuáles son los argumentos a través de los que el discurso macrista busca moldear el cambio sociocultural de cara al futuro? El 16 de septiembre del año 2019, ya con la derrota en las PASO a cuestas, Macri expresó en un acto de presentación en el Regimiento de Granaderos a Caballo General San Martín: “Los invito a seguir encarnando este cambio cultural juntos, poniendo el foco en lo que nos une, defendiendo los valores y todo lo que podemos construir”.25
¿Si el peronismo goza de un componente cuasi-religioso derivado de una doctrina profundamente unionista y cristiana, es posible pensar a Cambiemos a partir de un componente cuasi-místico? Cambiemos optó por la vía más ardua que es la del cambio sociocultural, un cambio que pareciera no ser desde abajo hacia arriba si no que a fuerza de mística, creencias y emociones busca con paciencia la auto-transformación interna de cada individuo. Así, el 2019, lejos de devenir en el año del fracaso, emerge desde un nuevo sentido como el año del comienzo: “Los argentinos van a contar siempre conmigo (asegura Macri un mes antes de dejar la presidencia) y confío en que vamos a seguir defendiendo las transformaciones que logramos juntos, confío en ustedes, en todos, confío en nuestro futuro […] Por eso les quiero decir que no sólo confío, sino que esto recién empieza”.26
Emmanuel Perez Zamora. Licenciado en Antropología por la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Becario doctoral del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), docente en la cátedra de etnolingüística de la Facultad de Humanidades y Artes de Rosario, miembro del Departamento de Etnolingüística, del Centro de Estudios en Antropología Lingüística (CEAL) y del Centro de Investigación en Mediatizaciones (CIM). Su tema de investigación es el análisis del discurso político y su relación con la configuración de identidades políticas. En Twitter es @emmaperz y en Instagram @emma.perez.z
1 Iglesias Illa, H. (2016). Cambiamos. Mauricio Macri Presidente. Día a día la campaña por dentro. Buenos Aires: Sudamericana.
2 Rancière, J. (2000). El desacuerdo. Política y filosofía. Buenos Aires: Nueva Vision.
3 Canelo, P. (2019). ¿Cambiamos? La batalla cultural por el sentido común de los argentinos. Buenos Aires: Siglo Veintiuno.
4 Montero, A.S. (2012). “Los usos del ethos. Abordajes discursivos, sociológicos y políticos”. Rétor 3: 223-242.
5 Montero, A. S. (2018). Gestionar la duda. La interpelación al paradestinatario en el discurso de Cambiemos (Argentina). En Revista Mexicana de Opinión Pública, 13 (25), pp. 41-61.
6 Amossy, R. (2018). La presentación de sí. Ethos e identidad verbal. Buenos Aires: Prometeo.
7 Recuperado de https://www.casarosada.gob.ar/informacion/discursos/44139-el-presidente-mauricio-macri-en-la-entrega-del-premio-emprendedor-del-ano
8 Durán Barba, J & Nieto, S. (2006). Mujer, sexualidad, internet y política. Los nuevos electores latinoamericanos. México: Fondo de Cultura Económica.
10 Recuperado de https://www.casarosada.gob.ar/informacion/discursos/35651-palabras-del-presidente-mauricio-macri-en-la-134-apertura-de-sesiones-ordinarias-del-congreso
11 Recuperado de https://www.casarosada.gob.ar/informacion/discursos/35651-palabras-del-presidente-mauricio-macri-en-la-134-apertura-de-sesiones-ordinarias-del-congreso
12 Recuperado de https://www.casarosada.gob.ar/informacion/discursos/40660-palabras-del-presidente-macri-en-la-celebracion-del-dia-del-trabajo
13 Recuperado de https://www.casarosada.gob.ar/informacion/discursos/36061-palabras-del-presidente-mauricio-macri-y-la-gobernadora-maria-eugenia-vidal-en-el-cck
14 Recuperado de https://www.casarosada.gob.ar/informacion/discursos/35651-palabras-del-presidente-mauricio-macri-en-la-134-apertura-de-sesiones-ordinarias-del-congreso
15 Recuperado de https://www.telam.com.ar/notas/201511/125794-macri-elecciones-revolucion-alegria.php
16 Recuperado de http://argentinainvestiga.edu.ar/noticia.php?titulo=libros_de_autoayuda_un_genero_de_epoca&id=3108
17 Angenot, M. (2010). El discurso social. Los límites históricos de lo pensable y lo decible. Buenos Aires: Siglo Veintiuno.
18 Montero, A. S. (Comp.). (2016). El análisis del discurso polémico. Disputas, querellas y controversias. Buenos Aires: Prometeo.
20 Illouz, E. (2010). La salvación del alma moderna. Terapia, emociones y cultura de la autoayuda. Buenos Aires: Katz.
21 Aboy Carlés, G. (2001). Las dos fronteras de la democracia argentina: la reformulación de las identidades políticas de Alfonsín a Menem. Rosario: HomoSapiens Ediciones.
22 D’Adamo, O. y V. García Beaudoux, V. (2013). Storytelling y comunicación política: el valor de un relato bien contado. En Comunicación política y campañas electorales en América Latina, editado por I. Crespo y J. del Rey, 55-68. Buenos Aires: Biblos.
23 Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=pwRLgAMri68
24 Recuperado de https://www.casarosada.gob.ar/informacion/discursos/39845-el-presidente-mauricio-macri-en-el-acto-por-el-dia-de-la-bandera
25 Recuperado de https://www.casarosada.gob.ar/slider-principal/46241-macri-los-invito-a-seguir-encarnando-este-cambio-cultural-juntos
26 Recuperado de https://www.casarosada.gob.ar/informacion/discursos/46513-el-presidente-mauricio-macri-en-el-150-aniversario-del-diario-la-nacion