Colonialismo del pensamiento
Violencia policial y racismo académico

Por Hans Frex (U. de Chile) 

La muerte de George Floyd en manos de la policía de Minneapolis el pasado 25 de mayo dio inicio a un sinnúmero de protestas antirracistas que se extendieron por todo Estados Unidos y también por Europa. En Bristol los manifestantes derribaron la estatua de Edward Colston, político y comerciante de esclavos inglés del siglo XVII, la que además fue arrastrada hasta la bahía de la ciudad y arrojada al mar; en Boston decapitaron la estatua de Colón y rayaron la del rey Leopoldo II en Bruselas, recordando el derribo de las estatuas de Pedro de Valdivia en Concepción y Teodoro Schmidt en Temuco, símbolos del colonialismo y la expropiación sufrida por los pueblos originarios. 

Rodrigo Karmy en un artículo reciente1 aborda el problema que significó Orientalismo de Edward Said para la filosofía y su posterior inclusión en la enseñanza. El orientalismo es un dispositivo que produce una representación del otro que permite a su vez controlarlo. Hacer del otro una representación es un “cliché” y en este sentido sería, en la línea de Heidegger, una metafísica de la presencia. La operación del descentramiento que realiza Said consistiría en cuestionar al sujeto de la representación y en desarticular los ejes identitarios que lo constituyen. La etiqueta de poscolonial que recibió por parte de la academia facilitó su inclusión en el curriculum de la universidad neoliberal. 

Encuentro del todo pertinente la relación entre Said y el curriculum universitario pues, a la luz del pensamiento poscolonial, los engranajes que articulan la relación saber-poder están gastados, cuando no oxidados, y antes de engrasarlos habría que hacerlos saltar por los aires si se quiere generar un pensar crítico que cuestione las condiciones de su quehacer institucional. Cuál es la relación entre la crítica poscolonial de Said y el racismo descrito arriba es lo que trataré de desarrollar a continuación. 

Hamid Dabashi, quien fue colega de Said en la Universidad de Columbia, publicó en el medio online Al Jaezera su artículo “Can Non-Europeans Think?” en enero de 2013. Allí señala que si Mozart es considerado un compositor a secas, no ocurre lo mismo con un músico hindú, quien hace etno-música, entonces se pregunta Dabashi si un pensador del sudeste asiático es un pensador del sudeste asiático o un pensador a secas, como lo son Heidegger o Arendt. En su respuesta propone que un pensador no europeo puede alcanzar autoconciencia y universalidad sin necesitar  la aprobación de otros pensadores europeos, pero “con el propósito de ofrecer visiones alternativas de la realidad más afincadas en las experiencias vividas de la gente de África, Asia y América Latina…”2 

El artículo provocó una polémica en la que intervinieron Zabala, Marder, Mignolo y Žižek. Este último trata los textos de Dabashi y Mignolo de “violentos” y se pregunta, “OK ¡Fuck you! ¿Quién demonio son estos interesantes intelectuales?; dice ignorar en qué consiste la decolonialidad; llama a Mignolo “estúpido” y se pregunta cómo se atrevió a citar a Fanon, quien es su héroe, citándolo en extenso, como si compitiera para ver quién hace la cita más larga; y, por último, convoca a defender el legado universal de Europa3. En la página web de Critical Theory se reseñó esta intervención con el nombre de “Zizek Responds to His Critics” donde se cita la expresión “Fuck you Walter Mingnolo”, que ciertamente él no usó, y que tuvo que rectificar posteriormente, aunque quedó como un hito en la polémica. 

En su artículo Dabashi había parafraseado el título del libro de Kishore Mahbubani, Can Asians Think? publicado en 1998. A ambas preguntas respondía Mignolo con su artículo “Yes, We Can”, que posteriormente fue incluido en una versión extendida como prefacio al libro de Dabashi. Allí define Mignolo lo que entiende por racismo epistémico: 

El racismo epistémico cruza la línea de las esferas social e institucional. Ambas preguntas [de Mahbubani y Dabashi] de hecho develan el racismo epistémico oculto tras la naturalización de ciertas formas de pensar y producir conocimiento que recibe el nombre de eurocentrismo. El racismo consiste en devaluar la humanidad de cierta gente descartándola o minimizándola (incluso cuando no es intencional) al mismo tiempo que se destaca y exagera la filosofía europea, asumiéndola como universal [] Es un sistema de clasificación ejecutado por actores, instituciones o categorías de pensamiento que disfrutan el privilegio de ser hegemónicos o dominantes y que se impone a sí mismo como una verdad ontológica reforzada por la investigación “científica”.4

El racismo, en definitiva, está presente en la policía de Minneapolis que mató a George Floyd y en la chilena que acribilló a Camilo Catrillanca. Esta violencia es reprochable en todos sus términos. Pero hay otro racismo el racismo epistémico– que es menos violento, porque no ejerce violencia física, pero es más eficiente, porque se encuentra naturalizado en la universidad e incluso alcanza el estatus de “verdad ontológica” al presentarse a sí mismo como universal, y por eso es más difícil de erradicarQuizá no existe otra disciplina más eurocéntrica que la filosofía que se organiza diacrónicamente en una historia que fundó Hegel –Žižek es su exégeta,  que comienza en Grecia y culmina en tres o cuatro países europeos. Mientras el orientalismo genera una representación del otro, eracismo epistémico silencia y margina de la historia al otro, sea africano, árabe, asiático o latinoamericano. En Universalismo europeo I. Wallerstein estudió el operar de la ideología universalista con que se promueve el discurso eurocéntrico, que elimina toda alteridad que no se ajusta a los valores liberales promovido por el sistema capitalista mundialDe esta forma la dependencia económica de los países periféricos se consolida con la dependencia cultural promovida por una élite intelectual que obedece a los intereses de la burguesía local. Pero la colonialidad no produce solo racismo sino también sexismo. 

Difícilmente podría llamarse sexista a un profesor que ha gastado sus ojos y su voz estudiando y enseñando toda su vida a Aristóteles, que se ha regido siempre por la ética profesional y ha leído además varios papers sobre el estagirita escritos por mujeres. Lo que sí es cuestionable, es un claustro compuesto mayoritariamente por hombres que comparten, aunque esto no sea deliberado, campos de estudio en los que predomina la presencia masculina, y por lo tanto leen mayoritariamente a hombres blancos europeos que discuten las teorías de otros hombres blancos europeos. El racismo y sexismo académico, no sería la opinión, acto u omisión de uno u otro docente, sino el concurso de distintos especialistas de una institución que organiza, produce y reproduce un saber eurocéntrico que está transido por todos sus males: elitismo, racismo y sexismo.  

La exigencia de una democracia participativa e inclusiva que instituya desde su propia soberanía una nueva constitución política, que podría entenderse como la demanda fundamental de la rebelión de octubre pasado en Chile, le demanda también al atávico y periclitado sistema universitario mayores estándares de inclusión y participación. El aumento de matrícula a alumnos de pueblos originarios, garantías de imparcialidad en procesos a académicos denunciados por acoso y apoyo a sus víctimas, la inclusión de mapudungún y filosofía de género, al menos como asignaturas optativas, debería ser el estándar mínimesperado. Las carreras de filosofía, por su parte, deberían avanzar hacia la decolonización radical del curriculum. Eliminar el eurocentrismo (racista y patriarcalpromoviendo una visión alternativa afincada en nuestra realidad debería ser el horizonte de esta renovación. 

 


1 Karmy R. (2020). Orientalismo y filosofía: descentramiento de la enseñanza universitaria. Recuperado de https://infrapolitica.com/2020/06/05/orientalismo-y-filosofia-descentramiento-de-la-ensenanza-universitaria-por-rodrigo-karmy-bolton/ 

2 Dabashi, H. (2013). Can Non-Europeans Think? Recuperado de https://www.aljazeera.com/indepth/opinion/2013/01/2013114142638797542.html 

3 Žižek, S. (2013). A reply to my criticsRecuperado de https://backdoorbroadcasting.net/2013/02/slavoj-zizek-a-reply-to-my-critics/ 

4 Mignolo, W. (2015)Yes, We Can. En H. Dabashi Can Non-Europeans Think? (pp. 9-37) London: Zed Books 

 

 

Foto de portada: Melk Hagelslag en Pixabay.

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