Marcha del orgullo
La noche llega

Por Lucas Martinelli
(UBA/IIEGE/UNTREF)

XXV Marcha del Orgullo Lésbico, Gay, Bisexual, Travesti, Transexual, Transgénero, Intersexual y Queer (LGBTIQ).

Le pongo un ejemplo: a las travestis, el mercado no nos pide secretarias. Los lugares más certeros que tenemos son la prostitución, la marquesina o la comicidad. Aun en la dictadura las travestis fuimos en los carnavales el lugar posible para la risa. Porque a una travesti se la obliga a estar mostrando todo el tiempo lo que quiere ser. Eso sucede porque nos niegan el derecho a la educación, a la salud, al trabajo fuera de la prostitución, a menos que nos hagamos invisibles.

Lohana Berkins[I]

 

Les propongo pensar en este año. En Estados Unidos, Donald Trump finaliza su arribo a la presidencia el mismo año que a la comunidad LGBTIQ se le detiene el pulso: la Masacre de Orlando tiene lugar en un boliche cuya principal concurrencia es latina, dando cuenta una vez más del modo en el que las violencias pueden potenciarse. En Cuba, otra muerte señala otro final. A pesar de que –en el hipotético caso de no haber sido víctima del sida– Reinaldo Arenas se vistiera de fiesta, la partida de Fidel Castro indica el ocaso de un sueño del que hay que despertar. En Argentina, con dosis variadas, también tenemos nuestros finales. El sábado 19 de noviembre el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires decidió finalizar un evento en Palermo a las tres horas de la noche -casi al roce de su momento de clímax. La “Fiesta Loca”, convocada por distintos espacios con el objetivo de recaudar fondos para una de las carrozas de la Marcha del Orgullo, fue suspendida por las denuncias de ruidos molestos; la detuvieron.

En esta nueva coyuntura política y clima social, se siente la reverberación de la intolerancia y odio hacia las minorías como situaciones estructurales. Dentro de este panorama, la condición travesti es la más alarmante. El ensañamiento y la complicidad policial permiten ocultar el recrudecimiento de un tipo de violencia a los que los medios hegemónicos y el Estado son indiferentes. Este jueves 24 de Noviembre en Plaza de Mayo hubo un Gritazo Trava Trans Latinoamericano que convocó un llamado a decretar un estado de emergencia por la violencia que los cuerpos travestis y trans sufren a diario. Sucede que en este último tiempo los asesinatos contra las travestis y las trans han recobrado una fuerza que creíamos perdida, y los transfemicidios y los travesticidios se vuelven conceptos clave que reclaman ser considerados para el entramado de odio y alianzas que justifica y oculta las muertes de varias compañeras. También es parte del reclamo hacer algo respecto a la discriminación y la violencia que sufren los varones trans y las infancias trans. Ese día se escuchó cantar: “A la muerte de Diana, la vamos a vengar, a la muerte de Diana la vamos a vengar, con la lucha, con la lucha popular”. El asesinato de Diana Sacayán, activista incansable y referente del Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (MAL) y de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays y Bisexuales (ILGA), es otro crimen de odio aún no esclarecido por la justicia. “Diana corazón, acá tenés las travas para la liberación”.

Este año también trajo el nombramiento “Carlos Jaurégui” a una Estación de Subte de la línea “H”. La historia de este activista indispensable para la existencia de La Marcha del Orgullo puede ser conocida no sólo a través de la biografía que escribió Mabel Bellucci llamada “Orgullo” o de la representación de TELEFE enHistorias Clínicas”, sino también a través de la reciente puesta en archivo de Lucas Santa Ana y Gustavo Pecoraro en el documental “El puto inolvidable”. Si bien nadie niega el hito histórico de este célebre reconocimiento, tal vez pueda leerse en ese gesto un intento de aplacar las masas disidentes de la comunidad en un momento en que la situación se está tensando cerca del límite de quiebre.

FOTO: GALA ABRAMOVICH
FOTO: GALA ABRAMOVICH

La Organización de la última Marcha del Orgullo decidió convocar bajo la consigna: “¡Basta de violencia institucional y asesinatos a personas trans! Ley Antidiscriminatoria ya.” En el contexto descripto, este motivo tuvo gran aceptación, al menos fue difícil oír o leer de alguien que se pudiera posicionar en contra de semejante consigna. De hecho, existe una paradoja interesante respecto a la cuestión de los derechos LGBTIQ a nivel internacional, ya que se considera que en la escalada de conquista de derechos, la primera ley que debe incorporar un estado para garantizar las otras leyes (Ley de Matrimonio igualitario y Ley de Identidad de Género, por ejemplo) es la Ley Antidiscriminatoria. El caso Argentino es excepcional.

Las subconsignas de la marcha aparecieron en este orden: 1) Real inclusión del cupo laboral trans en todo el país, 2) Ni una menos. Basta de violencia machista y patriarcal, 3) Ley por el derecho al aborto. Producción pública de misoprostol, 4) Separación de la iglesia del Estado. Basta de subsidios a la iglesia católica, 5) Basta de racismo, xenofobia y sexismo. Por un ámbito deportivo sin discriminación ni violencia, 6) Legalización por el autocultivo y consumo de marihuana, y, por último, 7) Basta de persecución política a lxs luchadorxs. Libertad a Milagro Sala. El conflicto empezó a emerger en las redes sociales, parece que ahora la arena política empieza a caldearse por allí. Algunos se preguntaban qué tenía que ver la marihuana con los derechos LGBTIQ y quienes estaban más ensañadxs posteaban un video en el que se la veía a Milagro Sala insultando a alguien fuera de campo con un: “¡Cállate puto! Te haces custodiar por la policía, marica”. De todos modos, la consigna sobre la persecución política, con su correspondiente bajada, ha sido la que motivó más querellas en la marcha con gente que discutía sobre la politicidad o apoliticidad de la misma y sobre lo justo o pertinente del reclamo. A más de trecientos días de su detención, la liberación de Milagro Sala es una problemática de Derechos Humanos que está denunciada por varios organismos nacionales e internacionales al no cumplir con las condiciones que garanticen justicia por la incurrencia en cualquier tipo de delito.

Otro cuestionamiento virtual llegó por el lado de si Bandana, grupo mainstream que no necesariamente representa a la comunidad LGBTIQ, debía ser quien cierre la marcha con un espectáculo. Otro año se llegó a cuestionar si era correcto que la figura del cierre sea Sandra Mianovich, integrante de la comunidad pero mantenida varios años dentro el closet. Este tipo de cuestionamiento –sobre la banda de cierre para el show– siempre existió.

Fue menos visible la discusión por la no inclusión de la demanda respecto de la falta de insumos para el tratamiento de VIH en Argentina. Matías Muñoz, Coordinador nacional de la Red Argentina de Jóvenes y Adolescentes Positivos (RAJAP) relata: “Para nuestra organización fue sorprendente que el VIH no estuviese incluido en las consignas, porque este año hubo un desabastecimiento de todos los insumos: de manera intermitente faltaron medicación, reactivos, folletería y forros. Lo primero que hicimos fue un esfuerzo en poder participar en las reuniones de la comisión organizadora para consultar y ver qué podíamos hacer. Pudimos incluir un párrafo en el discurso general y leer los abucheos al Ministro de Salud”.[II] Al mismo tiempo es importante destacar la importancia de una “nueva Ley Nacional de Sida”, ya que la que rige es de 1990 y no contempla casos como la atención especial de lxs niñxs y jóvenes con VIH. Existen dos proyectos de ley en curso, uno presentado en la Cámara de Diputados y otro en la de Senadores, que prohibirían entre otras cosas el análisis de VIH para ingresar a un puesto de trabajo o institución educativa.

FOTO: GALA ABRAMOVICH
FOTO: GALA ABRAMOVICH

Sacar el cuerpo

La Marcha del Orgullo es muchas cosas y en eso radica la potencia del arcoíris, en su amplio espectro. Los arcoíris no existen sin la lluvia y si algo nos enseñó bien Judy Garland en “El mago de Oz” es que del otro lado, a quienes soñamos tener una familia de tíos como el espantapájaros, el león y el hombre de hojalata, nos espera un lugar mejor. Al mediodía y durante las primeras horas de la tarde llovía mucho, pero aun así, sabíamos que el agua no nos iba a liquidar la fiesta. Muchas maricas hacíamos nuestros aquelarres y nos juntábamos a prepararnos, ya que queríamos salir bien guapas. La marcha también es un desfile con pasarela inclusiva para todxs. Más allá de las columnas tradicionales de cualquier marcha, hay un componente en las caravanas de carrozas, entre las que se pueden hacer paradas, que constituye un ámbito carnavalesco y no sólo permite el reclamo de derechos, sino que abre una jornada de itinerario por las fantasías de la comunidad, una vez al año. Se trata de un evento memorial en el que se viven los encuentros con los vivos y se recuerdan las ausencias de quienes ya no están.

La marcha es heterogénea y se ve de todo. Los mejores trapitos que una recauchutó en las ferias de por ahí se lucen junto a los diseños exclusivos traídos de las boutiques de más allá. Es posible cruzarse con el body painting de un cuerpo masculino en animal print que al parpadear deja ver en su maquillaje, los ojos de la leoparda completa. Están esos amantes pasajeros que miran de lejos y los que saludan con un chuponazo o piquito, porque la efervescencia del amor suspende el tiempo y abre una grieta al pavimento. Una grieta de deseo disidente que flota entre las fumarolas del prensado, el néctar de flores y las gamas de vaho etílico. Al marchar, se agita y se baila, entonces también pica el bagre. El evento alimenta las economías populares: los diversos feriantes pueden venderte un pan enorme con o sin chicharrón a veinte pesos, una poco más selecta hamburguesa vegana a cuarenta o la de carne, completa y clásica a cincuenta. Si después de comer se necesita ir al baño, es posible pasar a los del Cine Gaumont. En el segundo piso hay muchísimas mujeres en el baño de mujeres y algunas menos en el de varones, no suele darse a la inversa por los problemas de la división genérica de los baños. Por ahí, en medio del frenesí, vuelve la amiga travesti del Hotel Gondolín, la que el año pasado vino con sus colitas de Britney Spears y nos convida un trago en una botella de plástico a la que le damos un besazo y seguimos saltando.

La Comisión Organizadora va adelante de la Marcha, un rectángulo de sogas la separa para embanderarse detrás del banner. Bachillerato Popular Trans “Mocha Celis”. El camión de la CHA hace sonar Ariana Grande y Kylie Minogue. La Federación Argentina de Lesbianas Gays Bisexuales y Trans. El MST. Baila la comunidad boliviana. Patria Grande. La Cámpora Diversia, este año con un camión menos. Libertad a Milagro Sala. Nuevo Encuentro hace sonar Yerba Brava. El Proyecto Popular Unidos y Organizados con carteles que dicen “Unidxs y Organizadxs”. Suena Gilda “No me arrepiento de este amor”. Cartel de “No al sexismo”. Un colectivo de cuatro estrellas con vidrios polarizados que tiene el nombre de “Los palmeras” estacionado en la Avenida de Mayo. Algunos camiones se llaman “Rosa” otros “Néstor”. HIEDRAH Club de Baile. Furia Trava (ahora y siempre). “Unidad de nuestras perversiones y al que no le gusta, se jode, se jode” Orgullo en lucha. “¡Justicia por Diana Sacayán, Laura Moyano y Marcela Chocobar!” “Señor, Señora, no sea indiferente, se matan a travestis en la cara de la gente”. Colectiva Lohana Berkins. “Pantone no. Tinte político sí.” Se oye cantar: “Macri no es puto, es liberal, hacete cargo él es heterosexual”. También canta el Frente de Izquierda: “A la iglesia católica apostólica romana, que se quiere meter en nuestras camas, le decimos que se nos da la gana, ser putas, travestis y lesbianas. Aborto legal en el hospital (BIS hasta que sea ley)”

FOTO: GALA ABRAMOVICH
FOTO: GALA ABRAMOVICH

Preparen, apunten, “Corten”

Hay cortes y cortes. Cortes que nos hablan de la represión y otros cortes, que por el contrario, instan a otro tipo de activaciones: “Corte de ruta y pasarela”, se puede oír corear cerca de la Colectiva Lohana Berkins. No puedo dejar de pensar el corte como algo sintomático, ligado a la política del ajuste. Es un corte a la comunidad. No importa de dónde venga, es un modo de emerger de algo que está pasando en otra medida, en otras circunstancias, en otras escalas. El corte más evidente fue que luego de la marcha en el evento del escenario central se suspendió el espectáculo de Chocolate Remix y Bandana. Pero bien, podría pensarse que el corte ya había empezado con la separación de Ivonne del grupo, porque tal vez ella hubiera preferido ir a la Plaza de Congreso acompañada de las chicas de Actitud María Marta como sucedió en alguna ocasión. La cosa es que en el grupo, efectivamente, quedan cuatro cantantes que después de unos años volvieron a hacer sus shows, por lo que se las promocionaba como cierre. Seguro que habrían cantado “Maldita Noche” como ya lo han hecho hace algunos años en el programa de Marcelo Tinelli, el mismo conductor de televisión que salió hace un tiempo con un cartelito entre las manos para sumarse al NI UNA MENOS. En este sentido, si bien estoy más cerca de posicionarme con el cuestionamiento de la banda elegida para dar cierre a una marcha con un entramado mucho más complejo que otros años, puedo comprender un poco de lo que trata el relato marica que propone Bandana. Es un relato popular porque muestra el azar de la pobre novata que viene de cualquier lado –aunque no es necesariamente así, se trata de lo que construía el espectáculo televisivo–, entra al casting donde se la descubre y a partir de allí pasa ser una estrella exitosa. Es una historia que puede identificar a muchas maricas o al menos iluminar un proceso de llegar a ser marica, que salvando las distancias, se puede comparar con el de Madonna. Si se quiere cortar con el relato predominante de las maricas, que por seguir manteniendo los privilegios de los varones sobreocupan con sus voces los espacios de la comunidad, mejor cortemos a Bandana. Pero que se haga desde el vamos, que ya bastante en la vida nos rompieron las ilusiones.

El último espectáculo en el escenario fue el de “Fifí Tango”. Shirley Diamante, una de las artistas integrantes del mismo, comentó: “Se sentía un clima caldeado, más allá del nervio lógico de gente trabajando. Había gente muy pasada, más de lo normal. A Franco Torchia y Daniela Ruiz que estaban leyendo en el escenario les tiraron huevos y botellas de vidrio. Desde abajo del escenario antes de salir, mientras tocaba Rocío Rocha vi que volaron cosas. De la organización no sabían cómo frenar los ánimos. Algunos cantaban: Macri basura, vos sos la dictadura”.[III] Los disturbios introducen todo tipo de teorías y acusaciones cruzadas. La de los vándalos y la de los servicios infiltrados, nombres de personas, nombres de organizaciones. Si la decisión de cortar vino de arriba o de abajo, es algo que no se puede determinar o que debería hacer la justicia. La cosa es que se cortó; si verdaderamente era Bandana la banda contratada para el cierre, se llegó hasta ahí y ellas se fueron con el dinero ganado y sin hacer un coro, frente a las que coreamos canciones toda la marcha.

Lo lamentable es el estado de sospecha con el que se envuelve nuestra comunidad. Tal vez sea un estado acorde con los tiempos que nos toca vivir, complementado por la cantidad de muertes de travestis que no están siendo registradas por los medios hegemónicos. Tal vez sea un efecto necesario del ajuste que trae este gobierno. El corte garantizó que la marcha fuese política y que -casi- no haya lugar para el espectáculo. Dos sentidos caben para el corte: la afirmación de la política del gobierno y el enfrentamiento contra la política del gobierno. En ese segundo sentido, el corte volvió a la marcha más conmemorativa que lo que pudo hacerlo la lluvia.

Al volver horas más tarde por Avenida de Mayo, el pavimento todavía brillaba. Estaba siendo limpiado con carros hidrantes. Tuve la extraña sensación de sentirme bien, porque esta vez los carros hidrantes no eran de esos que usa el ejército para desmovilizarnos en las marchas.

 

[I]En: María Moreno (2011), La comuna de Buenos Aires, Buenos Aires: Capital Intelectual. p. 155.

[II]Extracto de una conversación con el autor.

[III]Extracto de una conversación con el autor.

 

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